La Tecnología, por más avanzada y sofisticada que sea, nunca podrá ir más allá de su diseño y su programación. Esto significa, que nunca podrá manejar condiciones y situaciones no previstas en su diseño y su programación. Sólo el Factor Humano puede hacer frente a condiciones y situaciones imprevistas, porque sólo este factor puede reconocer, adaptarse y enfrentar condiciones y situaciones inéditas.
En toda aplicación de la Tecnología siempre se configura un binomio Hombre-Máquina. HM (o MM, por Man-Machine), en el cual los avances y la cada día mayor sofisticación en las funcionalidades por los avances tecnológicos, han ido cubriendo más y mas de las tareas que antaño desempeñaba el Factor
Humano, pero con mayor eficiencia, ya que lo hace más rápido, sin distracciones y prácticamente sin cometer errores, al grado de suponer que cada día se hace menos relevante el papel de este Factor, hasta que en algún momento, ya no sea necesario.
Hoy día, con las nuevas funcionalidades en los Sistemas de Videovigilancia, es posible identificar y detectar no sólo personas y vehículos, sino con éstos en movimiento, identificar y detectar sus matrículas, identificar personas a distancia por reconocimiento facial de su fisonomía, e incluso detectar conductas sospechosas. Y lo puede hacer con mayor rapidez, precisión y sin errores que cualquier elemento humano.
En principio, las tareas que pretenden desempeñar estas nuevas funcionalidades en los Sistemas de Videovigilancia son las que corresponden al personal de monitoreo en el marco del Proceso de Seguridad, esto es, Detectar y Alertar condiciones de riesgo que se muestren en el contenido de las imágenes proyectadas.
PERO, dado que todos estos avances y sofisticaciones funcionales se sustentan en tecnología de procesamiento de datos, solo puede identificar y detectar los referentes que se le proporcionen. Esto porque la forma en que operan estos sistemas es comparando la imagen captada contra los referentes en su Base de Datos para determinan un porcentaje de coincidencia entre la imagen y algún referente. Y si este porcentaje supera el establecido en un umbral de coincidencia se puede activar una acción automática.
Los sistemas con estas capacidades proyectan un alto nivel de eficiencia, lo que ha propiciado su proliferación como solución a los problemas de inseguridad, desplegando una gran cobertura por medio de sistemas de videovigilancia, pero sin incrementar el número de elementos humanos, los monitoristas, bajo el supuesto de que las funcionalidades automatizadas pueden cubrir con mayor eficiencia el desempeño del elemento humano. Sin embargo, a pesar del alto nivel de eficiencia de este mecanismo en el desempeño de las tareas de Detección, e incluso de Alertamiento, muy superior al del elemento humano, paradójicamente su potencial de efectividad se puede ver comprometido por ciertas condiciones que si pueden ser superadas por el elemento humano de alguna manera. Estas condiciones pueden ser, de manera enunciativa más no limitativa, las siguientes:
En virtud de la naturaleza heterogénea de la Seguridad, y dado que el estado natural es el de Latencia (el riesgo está latente), siempre existe la probabilidad que se manifiestan una o más de estas condiciones, de tal suerte que se anularía la efectividad y el alto nivel de eficiencia del sistema. En este contexto, el panorama para hacer frente a estas condiciones es que el sistema opera bajo un enfoque maniqueísta (sí o no) respecto a sus referentes, y no puede ir más allá de sí mismo, mientras que el elemento humano si puede recurrir a apoyos ajenos y externos al sistema, ya sea para subsanar su Perfil de Carencias, Deficiencias e Insuficiencias (CDI), o bien para verificar con una certeza razonable las condiciones y situaciones que le parezcan cuestionables. Y esta propensión a subestimar y menospreciar la contribución del elemento humano, propiciada por el espejismo de las posibilidades de los avances tecnológicos, ha sido la causa de que no se cumplan las expectativas creadas.
Por ello, en ese binomio HM/MM que se configura en toda aplicación de Tecnología, el Fator Humano debe ser el elemento consciente del sistema,
responsable en última instancia de todas las acciones de discernimiento y decisión, porque solo el elemento humano es capaz de valorar y tomar decisiones con información incompleta, confusa y muchas veces aparentemente contradictoria. De aquí se proyecta la conveniencia de preparar al Factor Humano para aprovechar de mejor manera los avances tecnológicos, porque la Tecnología ayuda a hacer el trabajo, pero NO hace el trabajo, que es una responsabilidad de este factor. Una preparación con base en programas de capacitación y adiestramiento permanentes, acordes a los perfiles de Complejidad, Diversidad y Heterogeneidad (CDH) de las condiciones y dinámica del entorno que se pretende vigilar.
Con buen personal, hasta con el peor de los sistemas se puede tener éxito
Con mal personal, hasta el mejor de los sistemas se puede fracasar